LOS MINISTROS DE AGRICULTURA DE LA UE ABORDAN EL FUTURO DE LAS AYUDAS PAC

Dentro de la negociación hay dos puntos por resolver que preocupan especialmente a España: la ampliación de superficie elegible para las ayudas y el pago único o "tasa plana" por hectárea para los agricultores. Bruselas, 26 feb (EFEAGRO) - COAG

Los ministros europeos de Agricultura trataron ayer de acercar posiciones sobre las condiciones de los pagos directos que obtendrán de la UE los agricultores entre 2014 y 2020.

Una vez logrado un acuerdo sobre el presupuesto comunitario para el periodo 2014-2020, los responsables europeos centraron sus debates en el esquema de "pagos básicos" -por el que los agricultores europeos cobrarán el grueso de las ayudas directas de la nueva Política Agraria Común (PAC)-, con vistas a llegar a un consenso en marzo.

Dentro de la negociación de la reforma de la PAC, cuyas nuevas normas deberían entrar en vigor para enero de 2014, hay dos puntos por resolver en el capítulo de los pagos básicos que preocupan especialmente a España: la ampliación de superficie elegible para las ayudas y el pago único o "tasa plana" por hectárea para los agricultores. El ministro español de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, dejó claro ante sus homólogos europeos y el Ejecutivo comunitario que es necesario "limitar" la superficie a la que se asignarán derechos de pago básico el primer año de aplicación del sistema.

Señaló que hay una gran variación entre los 21.000 millones de hectáreas actuales y los 38.000 millones que podían considerarse elegibles en 2014, según la propuesta de la Comisión Europea. Ello conllevaría a "una dilución desproporcionada del importe unitario de la ayuda a España llegando a ser la más baja de la UE, de 126 euros por hectárea, muy lejos de los 246 euros por hectárea de la media", dijo el ministro.

Arias Cañete, que pidió tener en cuenta la realidad del campo español y su "clima seco y extremo", consideró que la propuesta de compromiso de Irlanda -que preside la UE este semestre-, basada en limitar al 45 % el incremento de superficie declarada elegible en 2014 con respecto a 2009, "nos parece un avance en la buena dirección".
En segundo lugar, el ministro español declaró que, aunque ve aceptable avanzar hacia una redistribución de los pagos directos entre agricultores, "la pretensión de alcanzar un valor medio uniforme para 2019 puede tener consecuencias nefastas para nuestra agricultura".

En su opinión, ese sistema puede crear "distorsiones en los niveles de apoyo de los cultivos y flujos importantes financieros de unos territorios a otros, de unas producciones agrarias a otras y de unos agricultores a otros".

Según sus cálculos, la "tasa plana" que propone la Comisión puede implicar pérdidas de las ayudas del 50 % en el sector olivarero; de un tercio en el sector lácteo, "ya de por sí en una situación difícil", y de más de un 75 % en cultivos industriales.

El ministro irlandés de Agricultura, Simon Coveney, indicó en una rueda de prensa al término del Consejo que su objetivo es lograr un consenso sobre un mecanismo de transición hacia el pago único con el que todos los países se sientan lo más cómodos posible.

Por su parte, el comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, insistió en que, "aunque nos mostremos abiertos ante la idea de flexibilidad sobre el grado de convergencia interna (pagos a los agricultores de un país), tenemos que tener objetivos muy claramente definidos en lo que se refiere al nivel mínimo de convergencia, sobre todo para los pagos más bajos".

"Si bien podemos hablar de un periodo de transición, la decisión del paso del sistema del pago por hectárea al sistema por explotación es algo que habrá que adoptar dentro del periodo presupuestario actual, no prorrogarlo hasta 2020 o más allá", apuntó.